lunes, 20 de junio de 2011

Encuentro de Cronistas de Colima y del Sur de Jalisco

Abelardo Ahumada


Los habitantes de todas las poblaciones que circundan los volcanes de Colima somos, hemos sido y seguiremos siendo, aun sin querer o sin tomar conciencia de ello, paisanos en todas las formas posibles. No sólo porque somos, miembros de una comunidad regional con antecedentes históricos comunes y con un ambiente compartido, sino porque nos vinculamos todos por una gastronomía parecida, por algunos referentes geográficos (los volcanes, el río Grande, el río Naranjo, etc.), por  las viejas historias del Camino Real, por el ferrocarril Guadalajara-Manzanillo, y porque mantenemos vecindad de límites, usamos caminos y carreteras que nos unen, y mantenemos también un intenso intercambio comercial, académico y laboral.
Dentro de esta vasta región, ocupando un punto intermedio entre Guadalajara y Colima, está, por supuesto, el muy querido municipio de Zapotlán El Grande, con su flamante cabecera Ciudad Guzmán. Punto en donde este viernes 17 de Junio de 2011, a propuesta de la mesa directiva de la Asociación de Cronistas de Pueblos y Ciudades de Colima, se llevó a cabo la primera reunión de cronistas colimotes con sus respectivos colegas de las ciudades y pueblos del Sur de Jalisco. Todo ello con el interesante propósito de afianzar los vínculos socioculturales e históricos ya mencionados, y propiciar una serie de encuentros que derivarán en la difusión regional y nacional de esta historia compartida.

1.- Presídium de la reunión en la Sala José Clemente Orozco, del Palacio Municipal de Zapoltán El Grande, cuya cabecera es Ciudad Guzmán.

La reunión tuvo verificativo desde las 11:00 hasta las 14:00 hs., en la Sala José Clemente Orozco, del Palacio Municipal de Ciudad Guzmán, Jal., donde fungió como excelente anfitrión Fernando González Castolo, cronista de esa ciudad.

Concurrieron, en representación de los cronistas jaliscienses, Adriana Gil Pérez, de Tamazula; Federico Murguía Cárdenas, de Sayula; María Raquel Ibáñez Lara, de Techalutla; J. Ángel Chávez Nájar, de Tecalitlán; Miguel Ortiz Vázquez, de Tuxpan; el ya mencionado Fernando González Castolo, por Ciudad Guzmán; Carlos M. Boyzo Nolasco, cronista de Atemajac de Brizuela, quien funge además como secretario de la Asociación de Cronistas del Estado de Jalisco, y la historiadora Aurora Murguía, de Zapotiltic.

Por Colima asistieron: Miguel Chávez Michel, de Armería (y secretario de la ACPCC); Antonio Magaña Tejeda, de Cuauhtémoc; Rubén Jaime Valencia, de Comala;  Juan Delgado Barreda, ex cronista de Villa de Álvarez, pero aún socio de la ACPCC; José Salazar Aviña, ex cronista de Tecomán, pero todavía también miembro de la ACPCC, y quien esto escribe, en su calidad de cronista municipal de Colima y presidente de la asociación local. Varios de los cuales fuimos acompañados por nuestras esposas.

El propósito de la reunión se cumplió plenamente, pues, para comenzar, González Castolo dio la bienvenida  con la proyección de un video que nos mostró, como un rico aperitivo para la reunión, los principales sitios de interés del primer cuadro de su ciudad. Hubo luego una autopresentación que sirvió como rompehielo, y en todas las participaciones se evidenció el reconocimiento de la realidad compartida que mencioné al principio. Detalle que fue propicio para que la directiva de Colima hiciera la propuesta a sus colegas jaliscienses, para venir en octubre a los municipios de Cuauhtémoc y Colima, a participar en un primer coloquio regional temático que estamos organizando, y en el que precisamente pretendemos dos cosas: primero que se expongan las Historias Compartidas del Camino Real de Colima y sus Ramales que cada uno de ellos y nosotros ha ido rescatando, y segundo, que todas esas historias se publiquen y difundan tanto de manera impresa, en un libro colectivo, como de manera digital, mediante nuestros respectivos blogs y páginas de la internet, para que estén abiertos a disposición de todos aquellos paisanos que siguen viviendo en nuestra región, o que se vieron en la necesidad de emigrar y recuerdan sus pueblos con cariño y nostalgia.
Hubo coincidencia casi total sobre las propuestas hechas, y quedamos de volver a vernos en dicho coloquio (o congreso) en Cuauhtémoc y Colima, del 14 al 16 de octubre, y devolverles la visita la siguiente semana a ellos, para participar en la famosísima Feria de Zapotlán, de la que tan bellamente escribiera el literato zapoltense Juan José Arreola. Quien, con gran tino acuñó el vocativo “Jaliscolimán”, para referirse a esta región de la que formamos parte.

2.- Cronistas municipales de Colima y del Sur de Jalisco posando para la foto en la escalera del kiosco monumental de la Plaza de Armas de Ciudad Guzmán.

Al término de la asamblea salimos del Palacio Municipal, cruzamos la avenida Cristóbal Colón, recorrimos un tramo de la gigantesca Plaza de Armas, también conocida como Jardín 5 de Mayo, y nos fuimos a tomar la obligada foto del recuerdo en la escalinata del kiosco monumental de cantera que allí existe.

3.- Monumento al gran muralista, erigido por Rafael Zamarripa, director del Ballet de la U. de C.

Siendo las 2 de la tarde del viernes, y habiendo entre los cronistas del Sur de Jalisco algunos profesores que debían ir a trabajar por la tarde, se despidieron allí, mientras que los demás nos trasladamos a un bonito restaurante típico para degustar algunos platillos locales, de los que volví a saborear un grueso chamorro embirriado, mientras escuchábamos las notas y las voces de un alegre mariachi que convirtió nuestra comida en fiesta.

4.- El famoso Palacio de los Olotes. Alguna vez albergó la sede provisional del Gobierno del Estado.


En el ínterin, sin embargo, de que íbamos desde la plaza hasta el restaurante, o regresando de éste hacia los espacios en donde habíamos dejado estacionados nuestros vehículos, vimos algunos de los principales y más notables edificios del centro histórico de la ciudad anfitriona. Entre otros, la presidencia municipal, que fue inicialmente construida de un solo piso en 1912, y a la que se anexó el segundo en 1970 y se le construyó un portal en 1994; la catedral, que se dedicó como templo al señor San José, cuya construcción inició en 1886 y concluyó en 1900; los bellos portales, por supuesto, y destacando por su originalidad, en la esquina norponiente de la plaza, el famosísimo Palacio de los Olotes. Una edificación de estilo ecléctico-afrancesado, construida hacia finales del Porfiriato, y a la que los zapotlanenses asignaron ese peculiar nombre porque, según se decía entonces, el dueño  de dicho edificio (unos dicen que Salvador Ochoa, otros que Salvador Mendoza) era tan gran productor de maíz, que con la sola venta de los olotes producidos por sus mazorcas ya desgranadas en la cosecha de un año, pudo construir la gigantesca casona. Todo ello porque en aquel entonces los mencionados olotes eran usados como combustible en todos los fogones y las hornillas de la ciudad, y no se regalaban sino que se vendían.
5.- La Catedral, dedicada a San José. Terminó de construirse en 1900.

Cuando fui por mi camioneta y pasé por el portal norteño me tocó ver, colocada junto al dintel de la puerta de la primera casa situada al oriente del mismo, una placa metálica conmemorativa con la siguiente leyenda: “En esta casa nació la ilustre compositora María Consuelo, Consuelito Velázquez. 29 de agosto de 1916 – 30 de enero de 2005”. Y no pude menos que recordar la letra de una de sus más famosas y difundidas canciones, que usted, lector(a) podrá recordar inmediatamente, porque se trata, nada más y nada menos que aquella que dice: “Bésame, bésame mucho/ como si fuera está noche/ la última vez. / Bésame, bésame mucho/ que tengo miedo perderte/ perderte otra vez”…

6.- En la primera casa del portal norteño nació Consuelito Velázquez, autora de Bésame MuchoCachito Mío y otras famosas canciones.

La vinculación entre los cronistas colimotes y los del Sur de Jalisco ya comenzó. Esperemos que tenga continuidad y que rinda los frutos culturales que pueden esperarse de todos ellos para registrar y difundir la historia compartida de la región.

domingo, 12 de junio de 2011

CREADOR DE LA LEY DE MATRIMONIO CIVIL

JUAN DELGADO BARREDA
Publicado en: http://www.diariodecolima.com/antercola.php?c=10241

Melchor Ocampo, un coautor de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1857, pues fue quien propuso la Ley de Matrimonio Civil, con importantes beneficios a la sociedad mexicana.


Melchor Ocampo nació el 6 de enero de 1814 en la hacienda de Pateo, Michoacán, y murió el 3 de junio de 1861 en Tepeji del Río, Hidalgo. Hizo sus estudios básicos en Tralpujahua y después en Maravatío. Estudió el bachillerato en el Colegio Seminario de Morelia. Estudió en la Universidad de México y recibió el título de abogado en 1833. 


En 1840 se embarcó rumbó a Europa y de su periplo surgió su libro, Viaje de un Mexicano a Europa. En 1841 fue electo diputado al Congreso de la Unión, en el que se declaró federalista. Fue gobernador de Michoacán de 1846 a 1848. Durante su gubernatura organizó un ejército para combatir contra los estadunidenses y propuso un gobierno federal y la formación de una guerrilla de resistencia. Su propuesta fue rechazada, por lo que renunció a su cargo.


Durante el régimen de Mariano Arista fue senador y secretario de Hacienda. 


En 1851 presentó al Congreso una Ley de reformas a la Iglesia, pero al asumir la Presidencia Santa Anna lo desterró hacia Nueva Orleans, donde conoció a Juárez y Arraiga. Junto a ellos formó la Junta Revolucionaria, para derrocar al dictador Santa Anna. Al triunfo de la Reforma regresó a México y colaboró con los presidentes Juan Álvarez y Benito Juárez. Participó en la redacción de las Leyes de Reforma, en las cuales propuso la creación del matrimonio civil. En 1861 se retiró de la política y en su hacienda fue aprehendido sin orden judicial y fusilado.

Antiguas noticias sobre la primitiva Colima

ABELARDO AHUMADA
Publicado en: http://www.diariodecolima.com/colaboradores.php?c=10238

HUBO, hace muchos años, algunos sociólogos europeos que veían y describían las ciudades como verdaderos macro-organismos que, al igual que los cuerpos, nacen, crecen, se reproducen y mueren. Recuerdo, incluso, como derivado de esa concepción, un ilustrativo texto que venía en los libros de lectura del sexto grado de primaria en el que se forzaba la comparación entre una ciudad y un organismo, diciendo, por ejemplo, que mientras las células de todas las partes del cuerpo eran sus habitantes, los glóbulos blancos eran sus guardianes, los rojos los transportistas y repartidores de todo tipo de productos, y los microbios la gente indeseable: rateros, matones, etcétera.


Aunque no comparto toda esa teoría, no me cabe duda de que como símil es bueno, porque, en efecto, todas las ciudades nacen, crecen, se reproducen y eventualmente mueren. Siendo ejemplos muy claros de ello Teotihuacán, Chichén Iztá, y aquí, muy cerca de nosotros, la desaparecida ciudad que hubo donde hoy todavía está visible una parte notoria del centro ceremonial de El Chanal; háyase como se haya llamado antes.
Colima, como bien se sabe, primero fue una población indígena que se llamaba Tuspa o Tóchpan, según la pronunciación cambiante que las palabras tienen conforme pasan los siglos.
Sabemos que la primera alusión escrita a la existencia de dicho pueblo apareció en unos antiguos códices que don Alfredo Chavero, redactor del primer tomo de los diez que integraron la obra enciclopédica México a través de los siglos, tuvo en sus manos al concluir el segundo tercio del siglo XIX, y en el que poco más o menos decía que la fundación del primitivo Tuspa se llevó a cabo, nada menos que por los toltecas en “peregrinación”, en el año Chicuacen Ácatl (Año Seis Caña) del Caldendario Azteca, equivalente al 627 después de Cristo, “siendo su descubridor Mazátzin”.



No sabemos nada, al menos no documentalmente hablando, de lo que pudo haber ocurrido en el primitivo Tuspa durante los nueve siglos siguientes, pero el padre Roberto Urzúa Orozco (q.e.p.d.), realizando una muy lógica inferencia, expuso la tesis de que debió ser un pueblo muy parecido a todos los que vieron los conquistadores españoles, en el que hasta “cariñosas” hubo. Aunque en la importantísima Relación de Michoacán hay varios indicios en el sentido de que algunos pueblos tecos del rumbo de Colima habían intentado, infructuosamente, invadir Michoacán hacia el año de 1450. Siendo atacados e invadidos en represalia por el cazonci Tzitzicpandácuare hacia 1475, con mucho mejor efecto, aunque sin lograr conquistar a los teco-colimecas del todo.
Si nos detenemos a reflexionar en el dato de que sólo ciertos pueblos relativamente fuertes se sienten capaces de invadir a otro, eso nos quiere decir que los teco-colimecas de 1450 ya eran, o ya se sentían capaces no sólo para atacar y tal vez saquear a los michoaques, sino hasta para sojuzgarlos. Lo que nos da, en consecuencia, una señal de cierto poderío en ellos, que muy bien podemos asociar con las excelentes figurillas cerámicas que existen en nuestros museos y nos muestran algunos forzudos varones portando diferentes armas.
Otros indicios que aporta la relación michoacana, nos hablan de que entre 1507 y 1509, Moctezuma segundo decidió invadir Michoacán, exigiendo la participación de sus pueblos aliados o tributarios, y que entre ellos iba Colima. Se menciona, en este orden de ideas, que el nuevo cazonci se llamaba Zuangua; que derrotó a Moctezuma como su abuelo Tzitzicpandácuare había derrotado en 1475 al emperador Aztayácatl, abuelo a su vez de Moctezuma, y que, una vez derrotado el mexica, había enviado a un fuerte contingente de sus guerreros a castigar el atrevimiento cómplice que habían tenido todos los jefes de los pueblos situados en las riberas de las lagunas de Zapotlán, Zayula y Zacoalo, a quienes estuvo a punto de someter y desbaratar en 1509. 

Desbaratamiento que, según se afirma, hubiera logrado, de no ser porque el Señor de Coliman, cuyo nombre, lamentablemente, jamás se menciona, intervino con sus propios guerreros para fortalecer a sus vecinos y rechazar el ataque de los michoaques. Hasta que éstos, llenos de deseos de venganza, tuvieron oportunidad de volver, pero acompañando en 1523 a los conquistadores españoles, “sacrificando a muchos de Colima”, y ayudando a las huestes de Hernán Cortés a fundar una villa hispana, primero sobre las ruinas de Caxitlan, en julio de ese mismo año, y más tarde en el pueblo de Tuspa (en enero de 1527).
Sobre este dato en particular, el profesor Felipe Sevilla del Río dedujo que la primera capilla que los conquistadores hispanos edificaron donde hoy es la Catedral de Colima, fue levantada sobre los cimientos del teocalli (templo u adoratorio) que los tuspecos tenían para reverenciar a sus dioses: Tláloc (dios de la lluvia), Xilonen (diosa del maíz) y Xiuhtecutli (dios del fuego) entre otros.



Existe un dato anterior que nos indica la posibilidad de que el despojo de las tierras de los nativos tuspecos por parte de los conquistadores capitaneados por Francisco Cortés haya ocurrido cuando menos dos años antes de haber refundado su villa en Tuspa, pues este documento nos señala que, habiéndose realizado una junta de los colonos de la Villa de Colima (se supone que todavía en Caxitlan), a finales de septiembre, o a principios de octubre de 1525, ellos comisionaron a su capitán para que se trasladara a México, a solicitar que los integrantes del gobierno provisional (que se había instalado allí en ausencia del capitán general Hernán Cortés) les concedieran como “propios de la Villa de Coliman, [los terrenos] del pueblo de Tuspa”. Solicitud, según esto, que les habría sido entregada exactamente el 10 de noviembre de ese año.
Complementando todo lo anterior, existe otro documento de 1554, donde se precisa que hubo “treinta o treinta y dos años” atrás, otra Villa de Colima “en otro sitio siete leguas del que al presente tiene [y que]… estaba a una legua o legua y media de la mar del sur”. Donde se establecieron inicialmente “más de ciento veinte españoles [durante] dos años, poco más o menos”. Hasta que “se despoblaron de este punto y se fueron al que actualmente tienen, que es el sitio donde solía estar poblado el pueblo de Tuspa”. 

Habiéndose verificado dicho traslado, porque este nuevo sitio estaba “más cerca de las minas de oro”, era “mejor que el primero” y tenía “mejores tierras y ejidos”.
Colateralmente existe también una Relación de Tuxpan (nos referimos en este caso a Tuxpan, Jal.) fechada el 20 de febrero de 1580, en la que unos indígenas viejos que entrevistaron en los días previos, le dijeron al alcalde Gerónimo Flores y al escribano Domingo de Xerez, que no sabían cómo, ni cuándo, ni quién había fundado ese pueblo, pero que antes la gente de allí hablaba tres lenguas distintas: tiam, cochin y náhuatl. Dato que al que sólo se le podría hallar una explicación: que ese pueblo fue fundado a partir de una congregación de indígenas dispersos, de los que la mayoría eran hablantes de náhuatl y habían impuesto ese nombre en recuerdo del que habitaban antes.
Datos posteriores extraídos del archivo del antiguo curato de Tuxpan dicen que, en efecto, ese pueblo fue congregado en 1553 por fray Juan de Padilla, franciscano, quien “trajo arquitectos del convento de Huejotzinco, Puebla; facilitados por el Virrey don Antonio de Mendoza, su condiscípulo de escuela y grande amigo, para que formara a Tuxpan”, trazando “la plaza, el convento, que abarcaba una manzana y dejando lugar para las Casas Consistoriales unidas […] Tras ello dividió las calles, con su rectitud y el número de moradores, las acomodó lotizando para formar manzanas, dejando a salvo el local del Gran Colegio… Pero lo principal fue establecer los barrios, para agrupar a los indios, para doctrinarlos y educarlos cristianamente”.



Con esto concluimos, pues, que si las ciudades son como los organismos, que nacen, crecen, se reproducen y mueren, a la primitiva Tuspa la “mataron” los españoles, para refundar una población que fuera cabalmente suya. Habiendo nacido, o surgido así la Villa de Colima que hoy es nuestra querida y hermosa ciudad.

sábado, 4 de junio de 2011

ALEGORIA HISTORICA DE ARMERIA


NOE GUERRA PIMENTEL


ANTECEDENTES:

  • Este proyecto muralístico se inscribe en la celebración del trigésimo aniversario de la constitución del municipio de Armería. En el que se trata de exponer la historia de la región en que se ubica el municipio más joven de la entidad, al que para su conformación se le tuvo que segregar territorio a los municipios de Coquimatlán 62 y Manzanillo 330 kmts2, en el año de 1967, según el decreto no. 119 que reformó el artículo 104 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Colima, por la Trigésima Octava Legislatura local, siendo Gobernador Constitucional del Estado, el Licenciado Francisco Velasco Curiel. Resulto electo para el primer periodo del H. Ayuntamiento 1968-1970, como Presidente Municipal de Armería, Don Rosalío González Espinoza (t).
  •  Logro el de la erección del municipio No. 10 del Estado,  merced a  la iniciativa y perseverancia de uno de los más distinguidos hijos adoptivos de Colima, como lo fue el Profesor Juan Oseguera Velázquez, quien antes de ser electo Diputado, integrante de la XXXVIII Legislatura Local, promovió con sobrados elementos, además de su sentido visionario, la reforma a la Constitución para la creación de este municipio.
  •  Para la ejecución final de este trabajo pictórico, el autor dedico varias horas de investigación a marchas forzadas, consultando entre otras obras las siguientes: “Enciclopedia de México”, “Historia Gráfica de Colima” y “Efemérides de Colima y de México”, de Juan Oseguera Velásquez, “Historia de Colima”, “Geografía de Colima”, “Historia de Colima, Resumen Integral” y “Crónicas y Lecturas Colimenses” de Ricardo Guzmán Nava, además de la “Guía Turística del Estado de Colima”, a enero de 1968 y El Tomo Único de la “Enciclopedia Museos de México”, recurriendo también a la historia viva de diversas personas adultas de la cabecera municipal, quienes entran como parte activa, entre los forjadores de esta comunidad; este trabajo previo llevó, aproximadamente dos años de investigación, la que también incluyó los Archivos General del Estado y Municipal de Colima.
  •  Para el proceso de armonización de conjuntos visuales (formas y colores), se realizó un proyecto a escala trabajando en los trazos y pruebas de color, durante tres meses, mismo que fue presentado en su momento al Presidente Municipal de Armería, Profesor Carlos Cruz Mendoza, quien con el auxilio del cronista de la ciudad Licenciado Miguel Chávez Michel y de otros de sus colaboradores, aprobó la realización del mural, disponiéndose de un espacio de 30 metros cuadrados, en el acceso principal sobre el cubo de la escalera.
  •  Para la materialización total del proyecto, el autor dispuso del 1° al 26 de mayo, encontrando en ese sentido cierta premura ya que para trazar y pintar primero se tuvo que construir como soporte, un muro falso en la cara principal con estructura metálica para crear una cámara de aire de 3 pulgadas, separada del muro, en madera aislada sobre yeso sellado y en las superficies laterales incluyendo al techo, también se impermeabilizaron, aislaron, enyesaron y sellaron las caras, además de construir un templete provisional sobre la escalera con bases abatibles que tuvieron que edificarse en desniveles para hacer dos tendidos planos, en lo alto de tablones de un metro con ochenta centímetros por tres metros cuarenta centímetros el primero, a una distancia del techo de dos metros treinta centímetros, y el segundo nivel con una plataforma de dos metros treinta centímetros de largo por tres metros con cuarenta centímetros de ancho y a una distancia de dos metros de la superficie más alta, siendo el acceso de usuarios a las oficinas ubicadas en la planta alta del edificio, procediendo después, con la medición del espacio para el bocetaje de toda la composición.
  •  Se inicio con el fondeo en aplicación de color el 11 de mayo, dedicando, en promedio de ocho a diez horas diarias lo que no se interrumpió hasta las dieciséis horas del 26 de mayo de 1997.

 ALEGORIA HISTORICA DE ARMERIA



El mural esta compuesto por diez partes: Inicia, con cuatro deidades prehispánicas que representan a las tribus autóctonas que se estacionaron en la región en diversos periódicos prehispánicos, de izquierda a derecha: nahuas, otomíes, toltecas y chichimecas, las que además simbolizan los 4 puntos cardinales, norte, este, sur, oeste y los elementos de la naturaleza en el mismo orden: agua, fuego, aire y tierra, así como las actividades principales de estos hombres como la guerra, la pesca, la siembra y la cacería.



Dejando en esta tierra la evidencia de su paso dos culturas preponderantes (representadas con dos huellas de pie en negro), como lo fueron la Otomí y la Nahoa. La segunda parte sobre un fondo marino se refiere a lo que el océano o mar del sur, junto con el “Río Nagualapa”, “Grande” o “Armería”, brindaron a los colonizadores. La tercera, se refiere a la llegada de los mestizos e indios, que tuvieron que ser tenaces y sacrificados por lo que se encuentran (en el techo fugados hacía la inmortalidad del espacio), caracterizados como gigantes partiendo de las laterales en actitud de jalar o empujar.


La parte cuarta, presenta a los principales productos agrícolas como lo son el coco, simbolizando con una palmera, traída desde la Filipinas, según las últimas noticias por el Capitán Español Don Alvaro de Mendaña casi cincuenta años después de la conquista, y el plátano cuya representación se sugiere con un vástago, estando intermedio y desde antes de los dos en el tiempo, las ancestrales salinas de la región con éras y un pozo rudimentario.

En la quinta sección se observa como figura prominente a un hombre, con los brazos abiertos en cruz hasta el torso, sosteniendo en su diestra una espada trunca, que simboliza la independencia de México y con la siniestra suelta una cruz, que habla de la libertad de cultos. Este personaje se aprecia con los ojos vendados, representando a los conquistadores que arribaron a estas tierras desconociendo la rica cultura de un pueblo y menospreciando a los habitantes de esta región por el único hecho de ser diferentes, a la vez, él mismo nos habla del prominente hombre de negocios español, Don Pedro Romero de Terreros, primer Conde de Regla, quien para el siglo XVIII era el hombre más rico del virreinato, quien adquirió las salinas de cuyutlán, cuando era fundador y dueño en la capital de la Nueva España del Monte de Piedad.



En la parte sexta, ubicada al inferior de ese mismo muro, por el costado izquierdo, se aprecia una maquina del tren de la época, con la inscripción al frente de 1882, fecha en que se inauguró el “Tren de Vía Angosta”, que hacia recorrido con carga y pasajeros de Manzanillo a Armería y viceversa; casi hacia el centro aparece un jinete armado a caballo en aparente carrera para representar el movimiento cristero que tuvo sus manifestaciones en esta parte costera de colima, hacia el centro aparece el escudo de Armería con sus símbolos y descripción propios, en la parte izquierda del mismo, se aprecia el viejo puente del ferrocarril sobre el Río Armería con la inscripción de 1889, año en que se abrió al transito para la capital del estado. Abajo aparece en el Séptimo plano, el lema sobre un bando al aire: “TERRENO FÉRTIL CON ESFUERZO FIRME”.

Al frente superpuesto al lema, la producción agrícola de la región observándose en la composición entre otros: mazorcas, jícamas, papaya, cocos, plátanos, mangos, limones, etc.
En la octava sección, se representa lo típico que esta perdiendo Armería al paso de los años, como sus casas con techo de palma o palapa, soportadas con paredes de bajareque y aplanados de tierra encalados, los vendedores de tuba natural, de pescado fresco, de nieve de garrafa, la de los cocos helados, la de los sopitos con Chile y la de los camotes cocidos vendidos en batea.

En la ultima parte de la composición, se reconocen dos puntos de referencia en Armería, “el cerro de la cruz” y “el cerrito de la capilla”, reconociéndose aquí a dos de los benefactores de Armería como lo fueron, el Prof. Ricardo Guzmán Nava impartiendo sus clases a un grupo de escolapios y en la parte opuesta y final al Prof. Juan Oseguera Velázquez, quien muestra una hoja suelta en su mano izquierda con la leyenda del decreto N° 119 que crea al municipio libre de Armería, aprobado por la trigésima octava legislatura, y en su mano derecha, otra hoja con los datos del autor y la fecha en que se realizó la inauguración de la “Alegoría  Histórica de Armería”.

Para la presentación, en voz y explicación del autor, concurrieron a las veinte treinta horas del 26 de mayo de 1997 ocho Expresidentes del municipio, así como el Prof. Carlos Cruz Mendoza Presidente en funciones, y un familiar representando al único Alcalde finado, también estuvo como invitado especial el Exgobernador Lic. Francisco Velasco Curiel, además del Secretario General de Gobierno, Lic. Ramón Pérez Díaz, representante del Gobernador del Estado Lic. Carlos de la Madrid Virgen, el Presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Lic. Enrique de Jesús Ocón Heredia, Diputados Locales, el Presidente Municipal de Colima, Ing. Arturo Velasco Villa y personas representativas del municipio, junto con el resto de la población.

Fotografías de José Salazar Aviña

JOSÉ ABELARDO AHUMADA GONZÁLEZ


Colima, Col., 4 de junio de 2011.

LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO: Villa de Alvarez, Col., 23 de Enero de 1954. Hijo del Sr. Miguel Ahumada Salazar y la Sra. Angelina González Macías. Esposo de la Profra. Olga Leticia Carrillo Alvarado y padre de Igor y Olag Ahumada Carrillo.

ESTUDIOS: Lic. en Filosofía, en el Seminario Regional del Norte, de Cd. Juárez, Chih., de 1972 a 1975.

Nivelación Pedagógica : Escuela Superior de Ciencias de la Educación, Universidad de Colima,  1977.

Lic. en Ciencias Sociales, Universidad de Colima, 1978-1983.

DESEMPEÑO PROFESIONAL:
·      Obrero de Fábricas y Maquiladoras  desde los 16 años de edad, entre 1970 y 1976, en Ciudad  Juárez, Chih., El Paso, Tex. y Los Angeles, Cal.
·      Maestro de grupo de educación primaria en cuatro estados de la república a partir de 1977.
·      Maestro de grupo en secundaria y bachillerato, en varias ocasiones a partir de 1976.
·      Profesor de Historia de la Filosofía,  Universidad   de Colima, 1978.
·      Columnista y articulista de Diario de Colima desde 1983 hasta febrero del 2006, y de Milenio Colima, desde marzo del 2006 hasta la fecha.
·      Colaborador de las revistas locales Histórica (de la Sociedad Colimense de Estudios Históricos), Stoa y Atlaltépetl (de la Academia Colimense de Filosofía y Ciencias) y otras publicaciones y revistas anteriores en los estados de México,  Chihuahua, Guanajuato y Colima.
·      Coordinador Estatal de Cursos Comunitarios de la Delegación CONAFE-Colima,1982-84.
·      Jefe de los Programas Educativos de la Delegación  CONAFE-Colima, 1984-86.
·      Director de la Biblioteca Central de la Casa de la Cultura, “Profra. Rafaela Suárez”, y de la Red Estatal de Bibliotecas, 1985-86.
·      Investigador de la Dirección de Educación Primaria sobre la Historia de la Educación Pública en  Colima, 1994-1996 y desde el 2004 hasta la fecha.
·      Productor y realizador, desde 1992, a 1998 del programa “Hechos y Gente”, del Canal 11 local, en donde se transmitieron más de 250 reportajes, análisis y entrevistas sobre diversos aspectos de la entidad.
·      Conductor, también, en el mismo lapso, de un programa semanal de radio (“Voces Nuestras”), por la estación XEBCO.
·      Director de Educación, Cultura y Deporte del Ayuntamiento de Manzanillo, durante 1999.
·      Cronista Municipal de Colima, desde marzo del 2001.
·      Integrante del Consejo Editorial de la Secretaría de Educación en Colima, desde 2008 hasta la fecha.
·      Presidente de la Asociación de Cronistas de Pueblos y Ciudades de Colima (ACPCC) 2011-2014.
  
OTRAS ACTIVIDADES
 1.    Ha participado como ponente y conferencista en diversos foros sobre historia
 local, ecología, periodismo, política y literatura.

2.- Ha publicado más de dos mil trabajos de diferentes géneros, tales como artículos, crónicas, reportajes, entrevistas, cuentos, reseñas y otros.
        
  RECONOCIMIENTOS
                     Medalla “Periodista Vicente Venegas Rincón”, entregada por la calidad de los reportajes en junio   1992 por la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores, A. C., a la que no pertenecía en ese entonces. Y otra vez en el 2006, por la publicación del trabajo Los Barcos de la Muerte.
                       Diploma como maestro participante en la Olimpiada Infantil del Conocimiento 1994, conduciendo a la Delegación de Niños Aplicados de Sexto Grado de Primaria de Colima en tradicional viaje que en cada fin de cursos se hace a la ciudad de México con el fin de visitar al C.  Presidente de la República.
                       Diploma y premio en efectivo por haber obtenido el Segundo lugar estatal en el Concurso Nacional de Periodismo Educativo convocado por el SNTE, en junio de  1996.
                       Segundo Lugar Nacional en el Concurso de Historiografía del XXVI Congreso Nacional de Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas (ANACIM), celebrado en julio del 2003 en la ciudad de Tepeaca, Puebla, con el trabajo Del Tianguis al Supermercado, La Historia del Comercio en Colima.
                      Primer Lugar Nacional en el Concurso de Crónica del XXVII Congreso Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas, celebrado en Villa de Álvarez, Col., en julio del 2004, con el trabajo Sismos, Pestes y Vendavales en Colima y sus Alrededores.
                      Primer Lugar Nacional en el Concurso de Historiografía del XXVIII Congreso Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas, celebrado en julio del 2005 en la ciudad de Toluca, México, con el trabajo Los Barcos de la Muerte.
                     Asimismo en el XXX Congreso de Matamoros, en 2007, con el trabajo El Ataque de los Pichilingues al Puerto de Zalagua. En el Congreso XXXI, en Tuxtla Gutiérrez, Chis., en 2008, con La Desconocida Participación de Colima en las Luchas por la Independencia.
                     Recibió la presea Ayocuan Cuetzpaltzin, en el Congreso Regional de Tecamachalco, Pue., en noviembre de 2008, “por su trayectoria en la Crónica Nacional y el rescate de la memoria de su ciudad”.
                     La medalla Renán Irigoyen, máximo galardón que la ANACIM entrega a sus socios, en el Congreso de Saltillo, en 2009.
Reconocimiento “Al mérito Cívico, 2007”, del Gobierno del Estado de Colima “por su colaboración en el fomento y difusión de la Cultura y las Artes”.
                    Su biografía fue incluida, junto con la de otros 9 profesores colimotes, en el libro Educar es el Camino, mediante el cual el SNTE quiso reconocer la labor de los “Maestros Emértios de México”, en 2008.
  
LIBROS PUBLICADOS:

1.      Monografía Municipal de Colima, 2002.
2.      En Busca de la Identidad Perdida, una Aproximación a la Vida y Costumbres de los Antiguos Colimecas,  2003.
3.      La Ciudad de las Palmas Cien Años Después, 2004.
4.      La Rebelión de los Lazarinos, novela breve, 2005.
5.      Mitos y Realidades de la Conquista y Fundación de Colima, 2006.
6.      Sismos, Pestes y Vendavales en Colima y sus Alrededores, 2006.
7.      El Origen del Culto Mariano en Colima, 2006 y segunda edición 2007.
8.      Colimótzin, Novela Histórica, 2007.
9.      Entierros Laicos y Religiosos en la Historia de Colima, 2007.
10.  Andares y Desandares de los Vecinos y Estantes de la Villa de Colima en el Siglo XVI, 2007.
11.  El ataque de los Pichilingues al puerto de Salagua, 2008.
12.  La Cara Oscura del Coloniaje, Colima, siglos XVII y XVIII, 2008.
13.  El Camarazo, Colima, siglo XX, los difíciles años medios, 2009.
14.  Gabriel Portillo del Toro, pintor y cartonista colimense, 2010.
15.  La participación de Colima en las luchas por la Independencia, 2010.

Coautor del libro colectivo Arquitectura Parlamentaria en México, dos siglos de recintos para el diálogo, publicado por el CONACULTA Y la SEP, en 2010, aportando los datos de los sucesivos recintos donde ha sesionado el Congreso Local de Colima.

NOÉ GUERRA PIMENTEL




Colima, Col., a 4 de junio de 2011.

Desde 2006 es el Director de Servicios Documentarios del Congreso del Estado de Colima.

Es Docente en Arte por el Instituto Nacional de Bellas Artes y tiene estudios de licenciatura en Comunicación Institucional y Ciencias de la Comunicación (Universidad de Colima y la Universidad Autónoma de Aguascalientes).

Es Diplomado en:
Periodismo, por la Universidad de Colima.
Administración Pública, por INAP-UdeC.
Gobernabilidad y Políticas Públicas por la UdeC-INAP.
Historia regional por el CESI.
  
REPRESENTACIONES CULTURALES.
Consejero para la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia de México y del Centenario de la Revolución Mexicana, por el Gobierno del Estado de Colima y Coordinador General del mismo Comité, por la LV legislatura local, ante el Senado de la república.

Historiador miembro del Comité Estatal para la Defensa de la Integridad de los Límites del Territorio de Colima. Coordinador general de actividades culturales de la Comisión Estatal del Bicentenario del Natalicio de Juárez.

Asesor de la Comisión Estratégica del Comité Conmemorativo del CCL (250) Aniversario del natalicio de Don Miguel Hidalgo y Costilla. Del 2002 al 2007 fue Consejero Titular del Comité de Planeación y Vinculación de la Secretaría de Cultura del Estado.


REPRESENTACIONES ACADÉMICAS Y CIVILES.
Titular del comité coordinador del Consorcio de Organismos Culturales del estado de Colima (COCCO);

Consejero titular del Comité del Centro Histórico de la ciudad de Colima.

Fundador asociado de “Fundación Universidad Popular de Colima, A. C.” De la Universidad de Colima.

Consejero titular de la Junta de Gobierno del Archivo Histórico del Municipio de Colima.

Consejero titular del instituto de Planeación del Municipio de Colima (IpCo).

Consejero fundador del Consejo de Participación Social para la Planeación del Estado de Colima (CPSP).

Secretario Ejecutivo del Instituto de Administración Pública del Estado de Colima (IAPEC).

Miembro de la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores, A. C., (ACPE).

De 2001 al 2006 fue electo y reelecto Presidente de la Asociación de Cronistas de Pueblos y Ciudades del Estado de Colima, A.C. (ACPyCEC).

Cronista Municipal Vitalicio de Armería.

Miembro de la Sociedad Colimense de Estudios Históricos (SCEH), de la que fue Tesorero, Secretario y es su Presidente, periodo 2009-2010 y reelecto para el 2011-2012.
  
PUBLICACIONES.
PERIODICOS: Ha publicado en diversos medios locales y nacionales: Poesía, Cuento, Dibujo y Fotografía además de artículos de fondo, históricos y políticos.
  
Es editorialista trisemanal de Ecos de la Costa y columnista de El Comentario; además de los diarios electrónicos: “afmedios.com” “elbuenvecino.com”diariolibertad.com”,  Quadratín.com”  “periódicosenda.com” “eleccionescolima.com”.

REVISTAS: Archivo, Tu voto es Poder, Tierra Adentro, Contraluz y Senda, son, entre otras, son las revistas que desde el 2000 lo han publicado. Es Coeditor de la revista trimensual Ideario de la Fundación Colosio, filial Colima y Editor de Punto de Acuerdo, órgano oficial del Poder Legislativo del Estado de Colima.

LIBROS: Coautor de ”Ayeres de Coquimatlán II” (2008) y “La Feria de Colima” (2007), por Gobierno del Estado; “Renacimiento y Grandeza” (2004), por la Universidad de Colima y Autor del capítulo Armería de la Enciclopedia de los Municipios de México (2004) y “Francisco Velasco Curiel, (Biografía)” (2003), “Crónicas encontradas” (inédita) y coautor de “El Teatro Hidalgo”, editado por la AC PE (2000).

RADIO Y TELEVISION: Además de compartir sus opiniones en diversos espacios de estos medios electrónicos, es el Conductor titular y productor de “Opiniones” programa televisivo semanal de opinión de la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores; así como de “Imagina Colima”, el programa semanal radiofónico cultural de la Asociación de Cronistas de Pueblos y Ciudades del Estado de septiembre de 2004 a diciembre de 2010.

RECONOCIMIENTOS.
Reconocimiento Colima al Mérito cívico en Fomento y difusión de la Cultura y las Artes, por el Gobierno del estado de Colima en 2007 y La medalla Poeta Netzahualcoyotl, de la Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas en 2004, por sus aportaciones a la historia y la cultura de nuestro país.

CONFERENCIA DE ABELARDO AHUMADA EN EL ARCHIVO DE COLIMA

CRÓNICA EN IMÁGENES José SALAZAR AVIÑA