ANTONIO MAGAÑA TEJEDA
5 de enero del 2011
Desde hace décadas en virtud del infame saqueo arqueológico del patrimonio nacional, inicié el modesto rescate de piedras trabajadas, modificadas por el hombre primitivo para su propio beneficio, ejemplo: metates, molcajetes, otros “pocillos” y morteros para triturar o moler granos en una sociedad dependiente del maíz y su amplia gama de derivados, que junto con el chile y el frijol fueron base de nuestra alimentación y aportación de México a la cultura universal.
Antes del uso de metates (etapa neolítica) el citado hombre prehispánico piedra con piedra pulió hachas monolitos, petroglifos, deidades (tláloc, Huhueteótl etc.) de diferentes, tamaños y estilos únicos que al revisar dichas piezas algunas milenarias y de incalculable valor arqueológico tienen forma humana ( antropomórfica), forma zoomórfica (animal) fitomórfica (fruta o vegetal) o bien rústica escritura o numerales testimonios directos de un mensaje de nuestros ancestros para futuras generaciones. Son pues esas piedras antigua los libros más viejos que han resistido el paso de los siglos con su destrucción natural (erosión) (aérea, pluvial); desde luego han sobrevivido al mazo destructor del hombre, que es el único animal que mata, que destruye que asesina por placer.
La modesta colección de piedras “que hablan” que cuentan su propia historia, hace diez año la deposité en “El Centro Cultural” con la idea de su incremento por otras vías, pero; no, al contrario ha sufrido deterioros. Sin embargo he seguido con mi trabajo hormiga de recolección de “monos con la firme idea y meta de que mi empeño se convierta en una sala arqueológica cultural, sin fines de lucro abierta al público con el objetivo: conservación y estudio del desarrollo y conocimiento humano.
FINAL y afortunadamente el H. Ayuntamiento de Cuauhtémoc, a través de la Dirección de Cultura y Deportes con el apoyo del consejo Municipal para el Fomento y desarrollo de la Cultura y las Artes, aprobó este proyecto denominado “Museo de la Piedra, Piedras que Hablan” con recursos económicos y asesoría Técnica para el mismo. Fué en el mes de noviembre anterior, el día de la presentación del libro “pasajes de la Revolución Mexicana en Colima”, el día en que el C. Secretario de Cultura Lic. Rubén Pérez Anguiano me dio la singular noticia. Para diciembre se me hizo entrega de un cheque a mi nombre para ponerle manos a la obra con la adquisición de algunos materiales. Hoy, hoy 5 de enero del 2011 hice entrega de una solicitud al C. Secretario de Cultura para que tenga a bien asignar el museógrafo y Arqueólogo que técnicamente hablando pongan la primera piedra del multicitado museo. Por mi parte, agradecido y muy motivado seguiré buscando piedras… acepto su generosa aportación para un bien comunitario.
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